Ahora con la “nueva normalidad”, muchos de los problemas de conducta que antes enfrentamos dentro de las aulas tradicionales también están migrando hacia las clases en línea. Es un hecho que el estrés y la presión bajo los que estamos ocasiona que no tengamos la mejor actitud ni disposición para responder a problemas no previstos con los estudiantes.
En los últimos meses han salido a relucir distintos videos en redes sociales, donde se observan lamentables ataques de docentes, al borde del colapso de nervios, hacia alumnos que no responden de la manera esperada durante las clases en línea.
Aunque los casos documentados fueron responsabilidad de los profesores, debido a la falta de empatía e inteligencia emocional, a veces este tipo de situaciones también pueden originarse a causa de problemas de conducta y dificultades de aprendizaje.
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Para evitar que nuestro personal docente pierda la paciencia y gestione de mejor manera el estrés, es importante repasar y reconocer cuáles son esos problemas de conducta que antes enfrentamos en la educación presencial y que ahora tenemos que considerar al momento de hacer el diseño de las clases en línea y la preparación de los materiales de trabajo con los alumnos. Hacerlo es tan importante como el hecho de recordar que los estudiantes son humanos y como tales atraviesan distintas etapas de desarrollo donde ciertas conductas son típicas de la edad.
Factores que intervienen en la conducta del estudiante
Los problemas de conducta que un estudiante puede presentar varían de acuerdo al nivel educativo en el que estemos trabajando. No es lo mismo tratar con un alumno de preescolar que con uno de secundaria, también hay que considerar que algunos comportamientos son propios de la edad y de ninguna manera deberíamos patologizar o etiquetar estas acciones naturales.
Los factores que pueden influir en la conducta del estudiante son las siguientes:
- Estilo de crianza dentro de la familia
- Estilo de aprendizaje
- Etapa de desarrollo
- Habilidades cognitivas y habilidades sociales
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Problemas de conducta asociados a trastornos y dificultades
1. Hiperactividad
De acuerdo con el portal Rady Children ‘s del Hospital de San Diego, entre el 6% y el 8% de los infantes padecen Trastorno por Déficit de Atención y Ansiedad (TDAH). La mayoría de quienes tienen TDAH comienzan a manifestarse en los primeros años de vida y durante el curso del nivel preescolar.
Algunas de las acciones con las que es posible identificar estudiantes con TDAH son las siguientes:
- Desorganización
- Problemas de desconcentración
- Distracción fácil
- Dificultad para mantener atención durante un tiempo prolongado
- Hablar mucho o no poder guardar silencio durante los tiempos dedicados al trabajo
2. Negativismo desafiante
Es un alumno que presenta una actitud desafiante y hostil hacia la autoridad o cualquier indicación que se le haga por parte de un adulto. Este padecimiento suele manifestarse de manera muy evidente a través de episodios de ira descontrolada y berrinches.
Algunas de las acciones que pueden romper el equilibrio de una clase, sea en línea o presencial, son las que te presentamos a continuación:
- Desafío de reglas
- Discute con adultos o cualquier figura de autoridad
- Enojo frecuente y fácil
- Pueden tomar decisiones de manera impulsiva
- Uso de palabras altisonantes
- Mentirosos
3. Conducta disruptiva
Es un comportamiento claramente agresivo que perturba la convivencia del grupo y el proceso de enseñanza y aprendizaje de los estudiantes que son objeto de las agresiones.
Algunas de las acciones que puede realizar este alumno son las siguientes:
- Comenzar pleitos
- Responder indebidamente al docente
- No seguir indicaciones para realizar las actividades de aprendizaje
- Poca disposición para trabajar en equipo
Para evitar o reducir este tipo de conductas, lo importante es trabajar en equipo. Docentes, familias (tutores), psicólogos escolares y clínicos que laboran en la institución y directivos deben establecer un diagnóstico claro de la conducta del estudiante, si se trata de un cuadro clínico o es algo puramente ambiental o por circunstancias familiares; del mismo modo, deben idearse nuevas estrategias que se ajusten a la modalidad en línea, por lo que la participación de los familiares responsables al otro lado de la pantalla es decisiva para lograr una mejora en la conducta.