Mejorar el sistema de control escolar dentro de una institución se ha convertido en uno de los principales retos a los que los líderes se enfrentan en pleno 2023. Si bien la problemática no es nueva, muchos aún no encuentran la mejor manera de cómo mejor dicho control escolar para el éxito de su organización. Debido a ello, este entrada te presentará los principales desafíos educativos en México y cómo solucionarlos.
Primero que nada, la educación en México ha sido un tema de preocupación constante de muchos docentes que buscan mejorar su ambiente laboral, sin embargo, en el camino se enfrentan con diversas cuestiones que muchas veces se salen de su control como es el caso del último gran problema mundial: El covid.
A pesar de esto, los dicentes también han realizado esfuerzos en los últimos años para corregir o controlar algunos problemas que persisten e impactan negativamente en la calidad y equidad educativa del país como son:
1.- Baja calidad educativa: México enfrenta el problema de una baja calidad educativa que se refleja en los resultados de las evaluaciones nacionales e internacionales. En la prueba PISA 2018, México ocupó posiciones bajas en matemáticas, lectura y ciencias.
Para abordar este problema, en la Secretaría de Educación Pública se ha requerido de una actualización y mejora de los planes de estudio, la capacitación constante de docentes en metodologías pedagógicas efectivas y el fomento de una cultura de evaluación y retroalimentación constante. La implementación de estándares de aprendizaje claros y objetivos podría ayudar a elevar la calidad de la educación.
Aunado a esto, es imprescindible una buena dirección y un control escolar efectivo apoyado con la tecnología. Para esto, es importante que las escuelas puedan hacer uso de programas o aplicaciones que ayuden a tener el control de los procesos, pagos, avisos y que, además, integren en estos nuevos modelos a los padres de familiar y los alumnos.
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2-Deserción escolar: La deserción escolar es un problema persistente en México. En 2020, la tasa de deserción escolar en educación básica fue del 5.2%. Para enfrentar este problema, muchas escuelas tuvieron que implementar programas de seguimiento y apoyo a estudiantes en riesgo de abandonar la escuela. Además, se pueden crear estrategias para identificar las causas subyacentes de la deserción, como la falta de interés, problemas familiares o económicos, y abordarlos de manera específica.
De nueva cuenta, el uso de la tecnología ha permitido a muchas instituciones llevar un seguimiento del progreso de sus alumnos para que así, puedan tener un acompañamiento y que estos a su vez se sientan parte de la institución que le brindará el apoyo necesario. Esto ayudará a detectar algunos de los problemas a tiempo y así evitar la deserción escolar.
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3.- Falta de capacitación docente: La formación continua y la actualización de los docentes son esenciales para brindar una educación de calidad, pero muchos maestros en México carecen de acceso a oportunidades de capacitación. Por ello se deben implementar programas de desarrollo profesionales para maestros que promuevan la adopción de nuevas metodologías, el uso efectivo de la tecnología en el aula y la enseñanza centrada en el estudiante. La colaboración con instituciones educativas y expertos en pedagogía podría enriquecer la formación docente.
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4.- Falta de participación de los padres: La participación activa de los padres en la educación de sus hijos es crucial para el éxito académico, pero en muchos casos, existe una falta de involucramiento.
Debido a lo anterior, en la actualidad existen diversos sistemas y aplicaciones para que los padres puedan saber el progreso de sus hijos en la escuela sin la necesidad de estar yendo siempre a la escuela. Con un programa o una aplicación se puede revisar cómo va su hijo y así, ser parte del progreso de éste.
Los desafíos educativos en México son complejos, pero no insuperables. Mediante un enfoque integral que incluya mejoras en la calidad educativa, la equidad en el acceso, la capacitación docente, la participación de los padres y la inversión en recursos tecnológicos, es posible transformar el sistema educativo mexicano.
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