¿Cómo son los estudios en la nueva normalidad?
Es un hecho que la actual pandemia se está extendiendo más de lo esperado. Las afectaciones y consecuencias no se han hecho esperar en los ámbitos de los estudios y otros más dentro de la sociedad.
Con los estilos de vida de las personas adaptándose a fuerza de costumbre y los estudiantes aprendiendo desde casa; sin duda, las dinámicas familiares, los hábitos de estudio y formas de enseñanza se están transformando a una velocidad vertiginosa.
Es la nueva normalidad en la que ahora vivimos.
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Y como con toda novedad y falta de experiencia, surgen muchas dudas en medio de tanta incertidumbre: ¿cómo serán las reuniones sociales ahora?, ¿usaremos cubrebocas en cada salida que hagamos siempre?, ¿las maneras de viajar ya no serán las mismas?
¿Cómo influye la nueva normalidad en los estudios?
En la educación, una de las preguntas que más se hacen las familias o tutores, los directivos de centros educativos, los maestros y psicopedagogos es ¿pueden los alumnos continuar con sus estudios en la nueva normalidad?
La respuesta es SÍ.
Actualmente contamos con diversas opciones de sistemas de e-learning y recursos de estudios en línea que de tan solo cuestionar si es posible seguir los estudios de manera remota, podría sonar a que estamos un tanto atrasados en noticias y novedades relacionadas a innovación y tecnología educativa.
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No obstante, la desigualdad social y la brecha digital, como consecuencia de la primera, están a la orden del día, de modo que la pregunta no es ingenua en lo absoluto.
Aspectos que han surgido en los estudios por la pandemia
Cuando visualice las acciones que ha de realizar como líder de una institución educativa, es importante que considere los siguientes aspectos que le presentamos a continuación:
1. Migración de estudiantes de escuelas privadas a escuelas públicas
La Secretaría de Educación (SEP) está previendo la migración de estudiantes de escuelas privadas a escuelas públicas debido a que varias familias están atravesando una situación económica difícil o se han quedado en el desempleo, ya que a raíz del COVID-19 muchas empresas han tenido que cerrar y liquidar a sus colaboradores.
En el caso de las escuelas privadas es importante prevenir este posible traslado de matrícula, de manera que se evite, al brindar facilidades para que las familias y sus hijos puedan continuar en la comunidad educativa.
En cuanto a las escuelas públicas, si bien dependen más de la SEP, también deben considerar este cambio de estudiantes, ya que podrían no darse abasto con la matrícula de estudiantes y no cubrir la demanda de profesores y materiales, especialmente esto último, ya que muchos alumnos no tienen fácil acceso a recursos en línea y, por ende, los centros educativos públicos en México no están contemplando el aprendizaje online.
2. Recursos de estudios en línea y sistemas de e-learning
Si en la población estudiantil de su colegio no hay limitaciones económicas, los recursos de aprendizaje en línea y los sistemas de e-learning pueden ayudar a que los estudiantes mantengan el ritmo en los contenidos que deben cubrir en el grado o nivel escolar en que se ubican.
El personal docente y los tutores deben estar informados sobre cómo se utilizan y cuáles son las finalidades de estas herramientas para que los objetivos de aprendizaje del estudiantado sean alcanzados.
Hay infinidad de opciones como plataformas y software, material de dominio público y descargable en internet de los que el personal docente de su instituto puede hacer uso. Los profesores podrán escoger, mediante reuniones de colegiado, los recursos que mejor se adecuen a sus grupos.
Por ello, es importante que los docentes continúen con los mismos grupos, pues ya conocen a los estudiantes (estilos de aprendizaje, hábitos de estudio, actitudes habituales) y será más fácil adaptar contenidos del programa de estudio a esta modalidad en línea, que resulta nueva para casi todos.
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3. Repensar la educación escolarizada
Desde el preescolar hasta la universidad, incluso a nivel posgrado, hemos experimentado la escuela como un espacio de aprendizaje cuadrado. Es decir, el alumno es un sujeto ignorante y receptor pasivo de conocimientos que, desde esta visión, solo posee el docente, quien comunica el saber a través de métodos tradicionales como la exposición y el dictado.
A menudo los niños tienen problemas de atención en clase, no por razones de etapa de desarrollo, sino porque el facilitador no le comunicó al grupo la finalidad de la actividad que están realizando.
Del mismo modo, hay estudiantes de secundaria que toman actitudes rebeldes, ya que no ven la importancia ni utilidad de aprender figuras retóricas en Español o de qué les va a servir sacar el mínimo común múltiplo en Matemáticas.
Tenemos que desaprender la escuela como una experiencia incómoda y mecanizada. El conocimiento se construye en comunidad y es por eso que desde la casa los estudiantes pueden aprender por medio de actividades tan hogareñas como costurar y limpiar o gamificar un ambiente de aprendizaje con utensilios de cocina.
Una vez que derribemos estos sesgos hacia la escuela y cambiemos la vivencia de nuestro aprendizaje, podremos ver con otros ojos el aprendizaje en línea y todos los recursos de video, sonido e imagen de los que dispone para integrar los conocimientos de manera más dinámica y divertida.
Sí, los alumnos pueden continuar con sus estudios en la nueva normalidad.
Al aceptar esta afirmación tenemos que considerar los recursos de aprendizaje en línea que actualmente existen, pero también tomar en cuenta las diferentes circunstancias económicas por las que está pasando cada familia de los estudiantes que tenemos en nuestro colegio y que no puedan acceder a internet ni equipo de computación.
De las crisis surgen las revoluciones y las transformaciones sociales y culturales, ahora es el momento para cambiar nuestras ideas preconcebidas sobre la escuela y pensar otras maneras de aprender.
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