“¿Y esto para que me va a servir?”, es la pregunta que suele hacerse el estudiante cuando tiene enfrente al profesor de matemáticas explicando el mínimo común múltiplo.
Esta misma interrogante —que pone en entredicho lo que los demás esperan que aprenda— se repite en las cabecitas de muchos adolescentes cuando las indicaciones son memorizar los elementos de la tabla periódica, poder diferenciar un epíteto de una alegoría o sacar la raíz cuadrada cinco veces en un cuaderno.
Este clima de ordenes y desordenes de intenciones (entre el estudiante y lo que se espera de él en la clase), así como la falta de claridad de los objetivos que persiguen los contenidos programados; llevan a más de un docente ante los desafíos de la falta de motivación escolar.
Ahora la falta de motivación escolar es un reto aún más grande a causa de la pandemia y la decisión del gobierno de que los alumnos de todo México tomen clases a distancia (computadora, televisión o radio).
Si uno de los retos de la escuela actual era, de por sí, que los niños y jóvenes se interesaran por los temas de la clase, ahora con la nueva normalidad y el distanciamiento social a la orden del día los directivos y el profesorado tienen que trabajar el doble y entregarse todavía más a sus tareas para lograr el interés y la motivación escolar necesaria en los alumnos.
Solo con la unión de esfuerzos y un genuino trabajo en equipo los alumnos podrán sentirse motivados y entender que el aprendizaje sí es posible en una educación en línea o por medio de sistemas de e-learning.
Para que esto suceda tenemos que recordar algunos conceptos clave de las teorías del aprendizaje relacionadas al constructivismo.
Comprender la manera en cómo los humanos aprendemos y los ambientes apropiados para que suceda, nos brindan las estrategias necesarias para motivar lo que hoy conocemos como aprendizaje significativo, que es la CLAVE para asegurar la motivación escolar.
¿Qué es el aprendizaje significativo?
Entre los docentes de primaria y secundaria, incluso de bachillerato y universidad, la gran aspiración a lograr en el alumnado es, sin duda, el aprendizaje significativo.
El aprendizaje significativo es un concepto que el psicólogo y pedagogo estadounidense David Ausubel utilizó para referirse al tipo de aprendizaje en el que un estudiante relaciona información y datos nuevos con saberes y aprendizajes que ya posee.
O en otras palabras: lo que uno puede aprender lo va relacionando a su vida y entorno, de modo que hace del aprendizaje una experiencia más cercana y reconocible para su realidad.
Así, si regresamos a la pregunta del principio podemos comprender que tal vez el estudiante, que está dudando de la utilidad de la lección, no logra relacionar el tema nuevo con lo que ya sabe, es decir, sus conocimientos previos, habilidades y experiencias de vida.
Lo anterior no es, desde luego, responsabilidad exclusiva del alumno. La forma en que son presentados los contenidos educativos, la metodología usada para facilitar el aprendizaje y las interacciones sociales y emocionales son el quehacer del docente titular.
Las elecciones que los maestros hacen de recursos y materiales tienen un papel muy importante para incentivar o reducir el interés y la motivación de los estudiantes.
Obstáculos del aprendizaje significativo en relación a la motivación escolar
Los obstáculos para que el aprendizaje significativo ocurra, siguiendo a Vicenc Font, son los siguientes:
Falta de motivación: que “el alumno no esté motivado para realizar la actividad propuesta, con lo que puede pasar que ni siquiera se produzca la situación de desequilibrio porque la tarea que le proponemos le resulte ajena o bien no le encuentre sentido”.
Situaciones confusas: que “la situación propuesta sea confusa o poco coherente y que, por tanto, no sea potencialmente significativa. En este caso es el profesor el que tiene la posibilidad de resolver la dificultad presentando la situación de una manera que sea más clara y coherente”.
No cumple con conocimientos previos: que “el alumno no tenga los conocimientos necesarios para volver a la situación de equilibrio. La solución en este caso pasa por fijar la distancia óptima entre lo que sabe el alumno y el nuevo contenido; es decir, se se ha de hacer una adaptación del nuevo contenido a lo que ya sabe el alumno”.
Concepciones intuitivas: que “las concepciones intuitivas sobre el nuevo contenido y las estrategias desarrolladas no permitan volver la situación de equilibrio. En este caso será necesaria la ayuda del profesor para que el alumno vaya variando sus estrategias”.
Como pudimos ver arriba, la falta de motivación escolar es una de las barreras que impiden al alumnado el acceso al mundo del conocimiento.
Por lo que ahora con la realización de actividades remotas y el apoyo de los sistemas e-learning, el uso de estrategias de aprendizaje sí debería favorecer los retos cognitivos y aprendizajes más situados dentro de la nueva dinámica de clases online, mismos que en caso de suceder nos garantizan que hay alumnos motivados por aprender.
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¿Cómo podemos combatir la falta de motivación escolar en clases virtuales?
Tal como decíamos más arriba la falta de motivación escolar puede ser combatida a través de los esfuerzos de los docentes. Independientemente de las plataformas virtuales que sean utilizadas, hay una estructura de un plan clase y actividades que se sugiere seguir:
- Estructura de un plan clase online
Inicio de la sesión
Recuerda que toda clase tiene un inicio, desarrollo y cierre. Dentro del inicio se debe contemplar el objetivo de toda la sesión, resaltar el por qué ese tema es tan importante para el curso y hacérselo saber a todo el grupo.
En la modalidad virtual es importante que el docente no se reserve el plan de trabajo solo para él y, en cambio, de a conocer cuál será la agenda de actividades, para que en caso de que alguien tenga algún fallo con su computadora, no se pierda al reingresar a la plataforma.
Otro tip que podemos dar a los maestros es que rompan el hielo con los estudiantes como si estuvieran en un aula presencial, pues el generar confianza y calor humano en estos medios tan fríos puede fomentar la confianza del alumno hacia el docente y, en ese sentido, sentirse motivado a tomar esas clases.
Desarrollo de la sesión
En el desarrollo los docentes tienen un abanico de posibilidades para explotar recursos y herramientas audiovisuales, que pueden funcionar muy bien en las clases virtuales.
Para que las sesiones sean más efectivas y evitemos momentos muertos, se pueden ir adelantando los contenidos que se verán en cada clase por medio de videos de YouTube o podcast con fines educativos. Así los minutos en clase podrán aprovecharse para armar debates, discusiones o simplemente resolver dudas.
Es importante mantener protocolos formales (vestimenta, puntualidad, higiene, etc.) para que los estudiantes sepan que no es cualquier clase y que debe tomarse con seriedad pese a las nuevas condiciones, por lo que es necesario seguir la agenda presentada al principio de la clase y cumplir con los minutos establecidos para cada actividad.
Cierre
Es importante que se solicite a cada estudiante o a la mayoría de ellos, unos comentarios finales, ya sea una opinión o preguntarles con qué se quedan del tema visto en la clase.
De este modo, los docentes podrán tener un mejor conocimiento sobre lo que sus estudiantes lograron aprender durante las sesiones en línea, mientras que el resto será reforzado o previamente estudiado mediante evidencias como ensayos, reseñas, proyectos, entre otros documentos.
Ahora ya lo sabes, si lo que te interesa es prevenir la falta de motivación escolar, lo ideal es que los docentes de tu escuela cumplan con los principios de una clase bien planeada.
Así, a los alumnos no les quedará ninguna duda del interés del profesorado hacia su aprendizaje por medio de una sesión muy planeada, y la utilidad de las actividades que realizan frente a la pantalla en esta nueva normalidad.
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